Salt de Can Batlle

En los alrededores de Santa Pau, un pequeño pueblo medieval de la comarca de la Garrotxa (Girona), en el que viven poco más de 1.500 habitantes, encontramos uno de los saltos de agua más bonitos de Cataluña, el Salt de Can Batlle

Esta cascada está formada por dos piscinas naturales con varios saltos de unos 6 metros de altura, aproximadamente. Sus aguas provienen de la Riera de Sant Martí, riera que desemboca en el Río Ser unos metros más adelante. 

Su acceso es bastante sencillo, exceptuando el último tramo, si es que quieres acceder al mismo salto y, aunque en algún punto puede resultar un poco lioso, es una excursión que no presenta dificultades a la hora de seguirla, ya que está señalizada. 

De todas formas, más abajo te explico cómo llegar paso a paso y algunas recomendaciones y consejos sobre esta bonita ruta al Salt de Can Batlle.

Datos sobre la excursión

  • Excursión de 1 km aproximadamente.
  • Ruta lineal. 
  • Ruta señalizada.
  • Tiempo aproximado de 30 min.
  • Dificultad baja, excepto el tramo final
  • Desnivel menos de 100 m.

Cómo llegar al Salt de Can Batlle

El Salt de Can Batlle se encuentra casi a dos horas de Barcelona en coche. El transporte público por esta zona no es muy bueno, por lo que, con esta opción se tardaría muchísimo más en llegar. Por ello, recomiendo ir con tu propio vehículo. 

1. Para el caso que decidas ir en coche o moto, deberás tomar la carretera GI-524, en la cual, llegado un punto (en concreto, el lugar con las coordenadas 42°09’00.1″N 2°35’41.4″E), veremos una pequeña zona al lado de la carretera donde poder aparcar el coche. 

No obstante, si prefieres, y si vienes desde Barcelona por la C-17, puedes indicar en el GPS, “Parking dels Gorgs”.  Éste no es el lugar exacto (el lugar exacto es el de las coordenadas), pero desde esta indicación, únicamente tendremos que continuar unos metros más allá por esta misma carretera hasta encontrar el lugar que te muestro en la fotografía.

2. Una vez aparcado nuestro vehículo, deberemos retroceder unos pasos y cruzar la carretera para poder tomar el camino de tierra que hay enfrente, en el que, gracias a un enorme cartel, podremos ver ya señalizado el Salt de Can Batlle, que estará a unos 900 m desde este punto.

3. En todo momento deberemos seguir recto. Por este camino, pasaremos por al lado de vacas pasturando y a lo lejos podremos vislumbrar la “Pedra del Diable” (Piedra del Diablo), que se señalizaba también en el cartel del principio que estaba a unos 200 m.

4. Continuaremos recto hasta encontrar un poste indicando la dirección del Salt de Can Batlle. En este momento, dejaremos atrás el camino llano y éste se convierte en un sendero con más pendiente, ya que empezaremos a descender poco a poco hasta la cascada. También es más pedregoso y más sombrío, dado que hay muchos árboles y vegetación a los lados. Sin embargo, no presenta ninguna dificultad en absoluto.

5. Por último, empezaremos a escuchar el agua que cae con abundancia y veremos de lejos uno de los saltos de este Can Batlle. En ese momento nos encontraremos con una pequeña bifurcación. 

Si queremos acceder hasta abajo de la cascada deberemos continuar recto unos metros más hasta que veamos unas rocas que simulan un camino por las que podremos bajar.

De lo contrario, podemos dirigirnos a la derecha en dirección al puente, desde el que podremos tener unas vistas preciosas de todo el salto.

6. Si quieres, una vez contemplada la cascada, puedes cruzar el puente y alargar un poco más la ruta hasta encontrar el antiguo molino. Una vez visto tanto el salto de agua como el molino, tocará deshacer el mismo camino para volver al inicio.

Recomendaciones

Época: Indiferente. Esta cascada suele tener bastante agua en cualquier época del año. No obstante, todas las estaciones tienen sus ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, en invierno hace mucho frío, ya que en la zona de abajo de la cascada es una zona muy sombría donde apenas toca el sol. La parte buena es que suele estar vacía. Es decir, harás la ruta prácticamente sin encontrarte a nadie durante todo el camino. 

En verano, por ejemplo, es ideal porque puedes cobijarte del calor e, incluso, bañarte en ella, ya que es una auténtica piscina natural. Dentro apenas hay piedras, a diferencia de lo que suele suceder en otras cascadas. Además, las rocas, bastantes lisas, se adentran a la poza como si fuera una pequeña rampa. El inconveniente es que, a diferencia del invierno, en verano suele estar bastante concurrida.

Ropa y calzado: Aún siendo bastante sencilla la excursión al Salt de Can Batlle, recomiendo llevar calzado de montaña y ropa cómoda, ya que, sobre todo, al bajar hasta la cascada hay un poco de desnivel y al ser una zona sombría, el camino puede estar húmedo y, por lo tanto, resultar un poco resbaladizo.

Comida: Al tratarse de una excursión corta, por el camino no encontraremos ningún lugar habilitado donde poder comer. Sin embargo, el camino hacia el molino es un camino llano y despejado, por lo que podremos encontrar algún rincón y disfrutar de nuestra comida en plena naturaleza. De lo contrario, podremos ir al pueblo de Santa Pau y comer en alguno de sus restaurantes.

Como habrás podido comprobar, se trata de una excursión bien fácil y bonita. Si quieres conocer más excursiones como ésta, no te pierdas la Excursión al Gorg de la Malatosca o Excursión al Mirador del Ter. ¡Espero tu opinión en los comentarios! 

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