La Ermita de Sant Feliu de Savassona es una ermita prerrománica construida en el S. X-XI ubicada en el municipio de Tavèrnoles, en la comarca de Osona. Situada en medio del bosque y alrededor de un antiguo poblado ibérico, sobre una gran roca con vistas privilegiadas al Castillo de Savassona y a un meandro del Río Ter. Está rodeada de tumbas antropomorfas y cisternas talladas en la roca.
Todo ello hace que sea una visita muy interesante y entretenida tanto para niños como para adultos. Más abajo te cuento cómo llegar a la Ermita de Sant Feliu de Savassona y las diferentes rutas que hay.
La ruta a la Ermita de Sant Feliu de Savassona es fácil y está muy bien señalizada. (Únicamente hay que tener cuidado con el precipicio que hay arriba en la ermita, sobre todo, si se hace con niños). Además, es una ruta muy entretenida, ya que el recorrido se hace por un bosque, conocido como Bosque Mágico, en el que hay unas piedras muy curiosas.

Datos sobre la ruta
- Excursión de 2 y 4 km aprox. (Ruta corta y larga, respectivamente)
- Ruta lineal.
- Ruta señalizada.
- Tiempo aproximado de 1.5h (ruta corta) y 3h (ruta larga) – ida y vuelta.
- Dificultad baja
- Desnivel menos de 100 m.
Cómo llegar a la Ermita de Sant Feliu de Savassona
Inicio de la Ruta
Esta ruta se puede iniciar desde varios puntos, dependiendo de si quieres hacerla más larga o más corta. En este caso, te propongo dos opciones:
Opción 1: Ruta larga
Esta ruta la empezaremos desde Tavèrnoles, en concreto, en un aparcamiento gratuito que hay entre la Iglesia de Sant Esteve de Tavèrnoles y el cementerio. Te dejo la ubicación exacta abajo:
Desde aquí tendremos que descender por el Carrer de l’Església, por el que veremos un parque infantil a nuestra derecha, hasta llegar a un cruce.

Tendremos que continuar recto, hasta encontrar un poste indicando la dirección hacia la ermita. En este momento, dejaremos de lado el camino junto a la carretera y nos adentraremos en un sendero de tierra frondoso. Deberemos seguir las marcas amarillas y blancas.

Más adelante, nos toparemos con una valla y una puerta que indica “Explotació Ramadera de Benarigues”. Deberemos abrir esa puerta y luego asegurarnos de que la dejamos cerrada correctamente, ya que se trata de un propiedad privada con animales sueltos. Deberemos de hacer lo mismo cuando salgamos de este recinto.

Continuaremos por el mismo camino siguiendo las marcas amarillas y blancas y los diferentes postes señalando la dirección. No tiene pérdida ya que está bien señalizada.

Tras ello, tocará subir por un sendero con piedras. Ésta es, quizá, la parte más complicada de la ruta, pero con cuidado y a buen ritmo, se puede hacer fácilmente.

Una vez subido este tramo, el camino vuelve a ser llano. En un punto, tendremos que abrir una valla, sobre todo asegurándonos de que lo hacemos por el mango para evitar calambrazos. Continuaremos siguiendo siempre las marcas blancas y amarillas. Por último, llegaremos al Bosque con las Piedras Mágicas.

Opción 2: Ruta Corta
Muy cerca a la Ermita se encuentra un parking bien señalizado, incluso en Google Maps. Es el Pàrquing Savassona i Sant Feliuet. Te dejo la dirección exacta aquí abajo:
Desde el pàrquing, tendremos que seguir un sendero y enseguida nos encontraremos con el Bosque Mágico. La primera piedra que veremos es “El Dau”.
Bosc Màgic de Savassona
Antes de llegar a la Ermita de Sant Feliu de Savassona, hay un bosque que se le conoce como Bosc Màgic de Savassona, en el que hay unas piedras muy curiosas. Algunas de ellas se remontan al Neolítico.
Es impresionante ver la magnitud de estas piedras. Algunas se pueden escalar. De hecho, si te fijas bien, podrás ver en algunas restos de magnesio, el material que se utiliza para no resbalarse. Sin embargo, no todas se pueden, ya que hay más de una protegida y vallada.
Las más impresionantes son la de “El Dau”, una roca de dimensiones enormes con forma de cuadrado. Otra de las más impresionantes es la “Pedra del Sacrifici”. En ella se dice se hacían sacrificios o, incluso, las brujas hacían sus aquelarres. Debajo se habían enterrado cuerpos humanos.


Otras de menor tamaño pero muy interesantes, son la “Pedra de l’Home” o también conocida como “Pedra del Nen”. En ésta hay esculpido la silueta de un hombre o más bien un niño. Muy cerca se encuentra también la “Pedra de les Bruixes” en la que vemos esculpidas cruces y otros grabados.


Hay muchas otras piedras enormes, con formas curiosas, algunas con incluso grabados bonitos como una luna, etc. Sin duda, vale la pena caminar sin rumbo por este bosque e ir descubriendo estas curiosidades.
Camino hacia Ermita de Sant Feliu de Savassona
Una vez vistas las diferentes piedras, queda subir hasta la ermita. Para ello, encontraremos un camino estrecho con una señal indicando la dirección (en este caso, tendremos que tener en cuenta las marcas verdes y blancas, aunque no tiene pérdida).

Unos pasos más adelante, encontraremos unas escaleras de piedras que nos conducirán hasta la ermita. Desde ahí arriba podremos contemplar las increíbles vistas al castillo y al Río Ter. Tras ello, habrá que deshacer el camino hasta donde hayamos aparcado nuestro vehículo.


Visita a Tavèrnoles
Tavèrnoles es un pueblo pequeño, con pocos habitantes pero con mucho encanto rodeado de bosques. Su mayor atractivo es la Iglesia de Sant Esteve de Tavèrnoles, una iglesia con estilos románicos y barrocos muy bien conservada.
Si has aparcado en Tavèrnoles, te recomiendo que te acerques a ver esta Iglesia y dar una vuelta muy rápida por el núcleo urbano.

Si te ha gustado esta ruta, te recomiendo también la del Mirador de la Figuerassa, un mirador con vistas al Pantà de la Baells, y la Ruta al Mirador de la Bauma, un columpio con vistas a Montserrat. ¿Qué te ha parecido la ruta? Déjamelo saber en comentarios